
Acabo de leer en otro lugar que dijo Benedetti:
"Es dificil hacer el amor con un tren, pero más dificil es no hacerlo". Leí aquello y se me antojó complicado mas no imposible y sí muy lógico, digo, por el argumento de la dificultad. Yo que imagino, me pareció normal a falta de no tener con quien hacer el amor, hacerlo con un tren. Mi mente hizo un revuelo y lo puso por primera vez con el visor del surrealismo, un tren puede parecer un pene descomunal. Bueno, eso puede. Pero también, al segundo intento, lo vi claramente como una metáfora de hacer el amor o tener sexo, en la manera de cuidar delicadamente el maquinista de su máquina, que no todo tiene por que ser tan puntual!. Que te cuido esta tuerca, que te aceito por aquí, por allá, que te pongo a toda marcha, que te apago las luces para que no gastes mucha pila (digamos que el tren era de juguete).
Para terminar esto y zanjarlo de una vez, contaré que al momento de leer y releer a Benedetti de nuevo, no decía de "... hacer el amor con un tren..", sino de "... hacer el amor en un tren..." otro asunto del que soy absolutamente incapaz de imaginar cosa alguna. Esta es pues la razón, por la que los franceses dicen que las flores son delirantes, favoreciendo toda clase de malos entendidos.
En ese salón estarán unos 4 gatos de mi propiedad intelectual, los imaginé díscolos, caprichosos.
eróticos y empecinados.
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