Estos trabajos que subo hoy, son de hace unos 7 u 8 años. Según yo lo veo, son mucho mejor que muchas de las cosas que hice durante los últimos 4 o 3 años.
Quería comentar que llegué al arte de manera ingenua, por necesidad de expresarme, por terapia, por alegría. Y así hacia estas cosas y otras. De repente me encontré como artista profesional que tenía que dar la cara al mundo y hacer algo en concordancia con una cosa que se llama mercado. Ha sido la hecatombe y una carrera lenta y segura hacia un abismo, si, ya se, es dramático pero es que yo soy artista!. Bueno, para resumir, es también magnífico esto porque de todo se aprende.
Solo quería decir que desde el año pasado sufro un proceso de retorno, de reencuentro, de reconciliación.
Estos eróticos son parte de ello.
Y otros que tengo por alli guardados también.
Y en fin, aquí estoy, feliz como una lombriz porque hago aseo y sacudo telarañas en mi interior.
Recupero cosas y trato de convertir todo en ganancia y gratitud, lo que se fué también y la oscuridad como parte indispensable de la luz.
Siempre es un gusto disfrutar de tus trabajos..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
Que disfrutes la semana que comienza..
Por mi ausencias me disculpo..
Cuanta pasion en estas piezas, ese color rojo puro y la encrucijada del cuerpo.
ResponderEliminarQue bueno que puedas llamarte ARTISTA, con lo que has recorrido, me imagino, ya has hecho la mitad del trabajo espiritual para lograrlo, felicitaciones!, debe ser dificil para un ser tan sensible atravezar todo ese trayecto, pero si no fuera por gente como ustedes, nosotros los simples mortales no sabriamos donde esta la magia.
jlg
¡Vaya! Estos trabajos me han hecho pensar en la obra maestra de Gabriel García Márquez: «Cien años de soledad»
ResponderEliminarDice García Márquez:
«Aureliano no sólo podía entonces entender, sino que podía vivir como cosa propia las experiencias de su hermano, porque en una ocasión en que éste explicaba con muchos pormenores el mecanismo del amor, lo interrumpió para preguntarle: «¿Qué se siente?» José Arcadio le dio una respuesta inmediata:
- Es como un temblor de tierra.
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Muy interesante lo que cuentas en el texto.
¡Saludos!