El jardin de las delicias I

Este es el trabajo que vengo realizando por estos días; se trata de la decoración de un restaurante en Bogotá que se llama El Jardín de las Delicias. Aquí he subido hoy dos de los 6 páneles de 160 cm por 100 cm que van en el salón del segundo piso. Los detalles están en círculo. Por supuesto que la obra de inspiración es la del Bosco, su jardín de las delicias. Este es el mío, también barroco y rebuscado, pero un jardín feliz y todas las posturas tomadas de ese Bosco maravilloso y extrambótico, como resultan algunas cosas del pensamiento holandés, que luego son lo mas natural y normal del mundo,,, puede que no de todos los holandeses en particular, pero si por lo menos del que me tocó a mi!

El jardín de las delicias es la obra más conocida del pintor holandés Hieronymus Bosch. Se trata de un tríptico pintado al óleo de 206 x 386 cm, compuesto por una tabla central y dos laterales (pintadas en sus dos lados) que se pueden cerrar sobre aquella.
Obra de gran simbolismo (que todavía no ha sido completamente descifrado), como El carro de heno y el Juicio Final, el Jardín de las delicias se sustrae a cualquier clasificación iconográfica tradicional. Se considera, no obstante, que la obra obedece a una intención moralizante que habría sido comprensible para la gente de la época; en este sentido, el propio rey Felipe II de España, alguien poco sospechoso de herejía, llegó a adquirir el cuadro como consecuencia de su interés por el mismo.
Considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la historia del arte, el cuadro forma parte de los fondos de exposición permanente del Museo del Prado de Madrid.