También a propósito de uno de los últimos capítulos de The Big Bang Theory, dónde Sheldon, mi amado y detestado científico, entra en tratamiento con Amy, su insatisfecha novia, quien ejerce de neurobióloga y entiende bien de los tejemanejes de las motivaciones fundamentales y ocultas que desde nuestros cerebros, nos obligan a realizar toda suerte de actos irracionales, locos y sinsentido. Amy le quiere enseñar a Sheldon que no es necesario terminar algo, cualquier cosa que esta sea... que el final puede estar abierto, que es posible vivir en la incertidumbre, lo hace también con maldad y por venganza, por que ella misma no logra cumplir aquella aspiración que la habrá de liberar de tanta tensión que le ocasiona su naturaleza. Sheldon que quiere decir siempre la última palabra, sufre como un condenado las vicisitudes de la incertidumbre y no sucumbe ante el tratamiento de Amy. Hay que ver el capitulo, es divertido. Pero mas allá de esto, es real que para el obsesivo-compulsivo, el no poder determinar la naturaleza exacta de ciertas cosas, es causa de un sufrimiento constante.
Dentro de los conceptos que mas me llaman la atención en la investigación reciente sobre desórdenes o patologías clasificadas dentro del Manual Diagnóstico Estadístico de Trastornos Mentales (DSM), está la relación probada de la Duda Obsesiva, como estilo de pensamiento que tienen las personas que sufren del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Se ha demostrado que las personas que sufren de este desorden que resulta altamente invalidante, tienen un estilo de pensamiento que tiende a evitar la ambigüedad y la incertidumbre.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad (como la fobia social o el estrés post traumático) caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas a reducir la ansiedad asociada.
En un principio, el tratamiento psicológico gira alrededor del tema de trabajar con la ansiedad que le genera su obsesión particular, llámese limpieza, seguridad, verificaciones varias, su propio cuerpo o cualquiera que haya sido la forma que tomó el desorden.
En otras palabras, que el paciente deberá entender que es posible no realizar el ritual compulsivo (no asearse las manos constantemente, no verificar si cerró o no las puertas, no contar una y otra vez dinero y/o objetos, no verificar patológicamente la presencia de cosas, etc), y que esto no lleva a las consecuencias nefastas que él predice. Y en un nivel superior de trabajo, la persona debería aceptar que el control sobre la existencia es imposible ya que hay un potencial azar involucrado en la vida humana con el que hay que aprender a lidiar de alguna manera, sabiendo la ansiedad o angustia que esta situación ocasiona y conviviendo con ella como parte de la vida. Es mucho y hay que hacerlo paso a paso y estoy segura que en un punto, la medicación sea cual fuere, no funciona, porque se trata de un proceso emotivo e intelectual muy complejo, que no solo compete a una persona con el TOC, sino que es fuente de aprendizaje para todos los seres de la vida y no está tan ajeno al cotidiano que vivimos todos.
La idea que quiero dejar clara es la siguiente: a algunos seres humanos, por diversas razones, las situaciones, ideas o condiciones que produzcan sentimientos o condiciones de ambigüedad e incertidumbre, causan una gran ansiedad que, bajo ciertas condiciones, produce comportamientos compulsivos; o sea, comportamientos que se hacen de manera repetitiva, estereotipada, sin saber porqué ni a qué nos llevan.
De una u otra forma la incertidumbre del ser humano debe ser resuelta y en mayor o menor medida nos afecta a todos. El hecho de que sea positivo o negativo para nuestras vidas, depende de cómo y qué estamos resolviendo a través de una conducta compulsiva… si la tuviésemos; comida, licor, tabaco, Internet, relaciones malsanas y que nos dañan, etc. Esto bajo la idea de que hago algo que parece que está asociado con la posibilidad de controlar mi entorno, sin ninguna base sólida que me demuestre que efectivamente se ejerce control a través de mi comportamiento y, como no sé de donde vienen la angustia, simplemente hago algo para manejarla que resulta ser compulsivo.
Yo creo firmemente creo que la irracionalidad de los comportamientos en ser humano parten de una racionalidad que no entendemos. Una compulsión, es un grito desesperado por generar algo de control para una persona que posiblemente tiene determinada labilidad y un entorno que le ha sido precario en su mínima posibilidad de poder hacer, poder ser en el mundo.
A propósito de convivir con la incertidumbre y lo que ella nos trae, una de las mas grandes historias didácticas del Zen
Dizang le preguntó a Fayan: — ¿A dónde vas?
Fayan respondió: —En un peregrinaje.
Dizang volvió a preguntar: — ¿Cuál es el objetivo de peregrinar?
Fayan contestó: —No lo sé.
Dizang aseveró: —No saber es más íntimo.
Y esta comprensión, llevo a Dizang a la iluminación.
La pregunta que dejo como reflexión: ¿y el control, para qué es?
PARA VER EL CAPITULO THE BING BANG THEORY AQUI: “ The Closure alternative ”
