“La alquimia es muy simple. Comenzamos tomando la massa confusa, la materia prima, el plomo, y lo colocamos en un recipiente sellado, el vaso hermético. Después se calienta el recipiente y se realizan una serie de operaciones sobre la sustancia para terminar transformándola en oro... La massa confusa es pues equiparable a la piedra angular de la tradición bíblica y el oro –o el niño de oro- producto final del proceso, equivalente al nacimiento del alma.”
JERRY FYERKENSTAD
Tener alma:
Cuando yo tenia unos 7 u 8 años, no lo recuerdo bien, leí por primera vez el cuento de "La sirenita" de Andersen. En ese entonces me causó una gran inquietud, pues planteaba claramente que el alma humana era algo que se tenía que ganar con trabajo y dolor, no era algo con lo que que se naciera... yo me había identificado con la sirenita y tal vez estaba perdida... pues no habría principe azul ni buenos tratos que me dieran mi alma facilmente. Pero... ¿y para que te sirve tener un alma y además, con tanto esfuerzo como explican en “La sirenita”?. Ya las hemanas de la sirenita se lo increpaban, ¿¡eh! para que quieres el alma?, ¡vente con nostras al mar, vive los 1000 años que te corresponden y olvídate de la eternidad! Uno puede ser una criatura de la naturaleza, por ejemplo, vivir unos tantos años como los dioses y luego, desaparecer como si nunca jamás hubiese existido... Pero quien tiene alma, vive por siempre y participa de toda y absolutamente toda la obra de la vida, y le serán reveladas las verdades mas profundas del universo y sobre todo, sobre todas las cosas, conocerá el amor, y conocer el amor esconocerlo y saberlo todo, todo, todo.
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